Viaje x Colombia

Thursday, February 23, 2006

Finalmente la salida de Santa Marta se pospuso un dia.

Sabado a la noche, las chicas del hotel desaparecieron, asi que fue hora de partir. En la puerta del arrebatado boliche, me hice de un grupo de gente de la ciudad por quienes finalmente fui adoptado. Luego de salsa, reggeaton y el payaso plin plin como tema de cierre, nos fuimos para la playa hasta que empezaron a tener frio (hacia 28 grados) y arreglamos para vernos al otro dia.

El Domingo la pase en un rio con tanta agua como interés, pero fue suficientemente divertido como para pasar el dia. Macy Gray en las fotos, es la hija de una de las chicas (de 23 años).

Entre las cosas interesantes de conocer a locales es descubrir costumbres y slang. Uno se la paso diciendome 'marica', cuyo insulto acepté por ser visitante, pero que el resto me juraba que era cariñoso. Será igual de todas las veces que me dicen 'mi amor' cuando me ofrecen o piden algo (también me lo dijeron hombres).

Noche y en busca de taxi comparto destinos con Kisti, otra alemana mas.

Cartagena es la version colombiana de Bali. Una ciudad enorme con 850.000 habitantes, con sus linyeras, comida callejera y suciedad, es separada por una pequeña muralla de lo que es un oasis de casas coloridas y tiendas de ropa cara.

Fashion TV miente. En Cartagena no hay playas. Frente al muro, unas pequeñas playas con menos atractivo que el riachuelo porteño llora por falta de atención. A 15 km, se encuentran unas islas de dificil acceso que juran ser hermosas pero no entran en mi itinerario.

La gente es distinta a toda la que conocí antes. Felicidad para los ricos turistas, pero cara de piedra para los locales que trabajan en los comercios. No hay sonrisas como en Santa Marta y todo lo que se espera de una corta amistad, es alguna propina.

Dedico mis dias a recorrer las calles, tomar liquidos y buscar alguna comida como la gente. En cierto punto de aburrimiento, con la alemana nombramos nuestro recorrido 'la calle de la rutina'.

En mi última noche, en mis momentos de decisión que había tenido sufiente de adoquines, iglesias antiguas e historias de piratas, encontramos una fiesta sobre una de las murallas. Se escucha salsa y una alfombra roja dirige el camino a invitados de los cuales no estabamos incluidos.

Sobre el muro se veia gente bien vestida, tomando y pasandola bien. Debajo, como una metafora burguesa, hippies y artesanos sufrian de su mala suerte temporal. Mi ultima noche no podía terminar como los últimos.

Finalmente logramos entrar, y en algún momento dije que era un actor argentino de 'Pasión de Gavilanes'. No se si me creyeron ni si sirvió, pero un par se rieron.

La fiesta llena de sonrisas y pechos de inmitación. Los argentinos, facilmente reconocibles, eran quienes saltaban y gesticulaban, seguramente contentos de que consiguieron que su empresa le pague un pasaje a Cartagena para un evento que no creo que les halla servido a muchos mas que para emborracharse. Logré identificar un par de estrellitas de telenovela, cuyos nombres y paraderos desconozco. Y luego de 8 Cuba Libres, la alemana me dice 'estamos en el mar caribe frente en una fiesta de celebridades' y caigo. Al final de cuenta Cartagena no estuvo tan aburrido.

Ahora en Medellín, ruidosa ciudad, con un metro superior al tubo porteño, una playa con las esculturas de Botero y un sol de mediodia que me obliga meterme en Internet y escribir esto. Mañana Bogotá. El Lunes en casa.

Tuesday, February 21, 2006

Macy Gray

Cartagena
El che

Carta
Parque Tayrona y el paraiso
Carta
Carta
Cartagena


Macy Gray Colombiana

Fotos desordenadas










Saturday, February 18, 2006

Caribe

Un año es lo que me quede en Taganga, o al menos es como lo siente mi cuerpo. Al llegar y evitar el hotel de israelies, llego a un hotel llamado Techos Azules, localizado junto al mar, sobre una montaña que quita el aliento de solo pensar en sus subidas. Consigo una cabaña que comparto con un Ingles y un Maltes, con TV que nunca use, y una cocina, que tampoco. Saliendo y caminando cinco metros, 5 hamacas con vista al mar son el centro de entrenimiento de los ventosos atardeceres.

Mis dias se pasan hablando con la gente, escuchando musica y leyendo "12 cuentos peregrinos" de Garcia Marquez, donde gracias a la localizacion, me imagino a los personajes hablando con tono colombiano.

No se cuantos dias pasaron, pero fueron bien cheveres. En mi salida, me cruzo con dos chilenos que habia conocido en Bogota y partimos juntos al parque Nacional Tayrona.

Tayrona, un parque nacional a 35km de Santa Marta, cubierto de selva y dueño de las playas mas bonitas de Colombia. Una cosa que he aprendido de viajar solo, es el evitar lugares de poca gente en soledad, por que las chances de conocer parecidos son pocas. Por lo que estos chilenos me vienen al pelo, pero tambien he aprendido mientras viajo solo, es que nunca uno sabe con quien se va a cruzar.

Felipe y Rodrigo parecen salidos de una version chilena de Videomatch. Uno flaco con los pelos despeinados y los pelos que le salen en la cara hechos rizas, y el otro, un grandote de rastas abandonadas y ojos planos que sienten estan cubiertos por anteojos de payaso. Pronto aprenderia que nunca llegaria a tiempo a ningun sitio con ellos dos.

Luego de perderlos en Santa Marta, me reencuentro con ellos en la terminal de buses y viajamos hora y media hasta la puerta del parque nacional, para descubrir que no podiamos acceder ya que habiamos llegado despues de hora. Terminamos durmiendo en un centro turistico en baja temporada al lado de la ruta.

Temprano por la mañana entramos al parque y caminamos durante 2 horas, entre selva, lagartigas, hormigas gigantes y arañas tan grandes que solo me gustaria encontrarlas en el museo de La Plata, hasta llegar a la version Colombiana del paraiso. Una bahia con forma de "W", rodeada de rocas y encuadrada de palmeras.

Pagamos 8 pesos por unas hamacas bajo un par de palmeras lo que me recueran haber leido hace tiempo que 6 personas mueren al año por un coco. Por lo que coloco mi cabeza del otro lado.

Un partido de futbol con los israelies de turno y agua, mas el fin de Garcia Marquez marcan mi estadia. A las cinco de la mañana, una gota sobre mi ojo me recuerda que el unico glamour que tiene dormir en hamacas esta en las publicidades de Visa. Pero finalmente no pasa de una llovizna indefensa.

Al partir, los dos chilenos logran que sea tan dificil salir como entrar del parque. Tras horas de caminata hasta la salida, la caminioneta que recorre el ultimo kilometro y medio del parque no esta, por lo que caminamos en la oscuridad entrante. Finalmente cuando mi paranoia estaba en su maximo explendor y ya imaginaba panteras y guerrillas que salien por el bosque, una camioneta nos rescata y termina la travesia de selva.

Ahora en Santa Marta, noche de Sabado en un hotel que la guia de viaje relata como "el tipico sitio de viajeros, ocupado, ruidoso y abandonado". No habia entendido esa descripcion hasta llegar. El lugar no esta mal por una noche. La gente se prepara para rumbear de Sabado, y una cantidad impresionante de colombianas de pantalon apretado y sobredosis de perfume andan aqui buscando no se que ni para que. Mientras escribo esto una gordita morocha me da charla y yo le pido que me deje escribir.

Mañana me voy a Cartagena.

Tuesday, February 14, 2006

3 dias en Colombia

Innecesario es comenzar un relato con la descripcion del vuelo, pero siempre vale una excepcion cuando para un vuelo de ocho horas, lo unico que sirven es Coca Cola y Papas fritas.

Llegue a Colombia, el aeropuerto pelado como la terminal de Constitucion. A los 3 metros que recojo la valija ya tengo la calle, la gente con carteles y un ordenado servicio de taxis que prefiero pagar su sobreprecio para calibrar de que se trata Colombia.

Llego a la ciudad, y voy directo a la zona llamada La Candelaria. La industria de hoteles para viajeros no existe, por lo que me toca un hotel pobre, donde al menos veo algunos viajeros.

Bogota es fresca, no tan fria como temida, pero una capa de nubes la hace de tonos grises. Esto es contrarrestado con una particular manera de pintar los frentes de las casas de no menos de cuatro colores distintos.

A la noche, decido hacer una ronda comestible, cosa que noto es lo peor de Colombia. No hay mas que frituras y panaderias. Me siento a comer y frente mio esta una alemana, Katrin, que minutos antes habia visto en mi hotel quejandose con poco español por que le habian sacado su mochila de la habitacion y la habian dejado afuera.

Estaba cansado y mal comido, pero era sabado. Y la rumba llama. Nos vamos a unas cuadras de donde estamos y entramos a el boliche mas descente y ahi se va la noche.

De manera increible, creo que todo el lugar me dio conversacion, me sentia entre la version masculina de Shakira, Carlos Vives, Juanes y Ricardo Arjona, todos juntos en mi ser.

Luego de que la policia vacio el lugar, nos fuimos con un grupo de Bogotenses a una fiesta en un lugar, que cuando llegamos ellos mismos les dio miedo y nos fuimos.

Al otro dia, dedique el dia en recorrer el interesante museo del Oro, y la increible galeria de Botero que de ahora en mas, es mi idolo numero uno.

El lunes, termine llendo por error, con Katrin a un pueblo a una hora de Bogota, desconocida por todos, pero que tenia una "Catedral de Sal".

Al llegar descubrimos que es una catedral dentro de una mina de sal, y ella se acuerda de que es claustrofobica. Lo mas interesante es cuando un grupo de tres personas nos dan charla y de golpe empiezan a hacer movimientos raros con sus manos, como si estuviesen dirigiendo una orquesta. Resulta que eran un Chileno, una colombiana y una Venezolana que venian a una conferencia de Sanacion Pranica. Algo asi como purificacion de la energia del cuerpo sin tocar a uno.

Aburrido es contar sobre la catedral, pero era una joya arquitectonica, desconocida por el turismo y por eso se mantiene como la gente.

Al otro dia me despido de la gente del hotel, Katrin, el Japones que hablaba porteño y el Colombiano de 19 años que escuchaba radio AM, relataba partidos de futbol y me hacia consultas de como conquistar a la chica de sus sueños.

Rumbo a la terminal de bus un taxista de darme consejos paranoicos y me da un tip que me daria una revelacion ancestral.

Cuando llego a la venta de pasajes, pregunto en una empresa y me dicen 60.000 pesos. Voy a la siguiente y me dice 90.000. Yo me empiezo a reir, como muchos me toman de gringo y de boludo. Le digo que quiero un pasaje por 30.000 y termino sacando un pasaje de 16 horas por 50.000 pesos. O digamos algo asi como 50 pesos Argentinos. Mas tarde el dueño de un hotel no me creeria, ya que el paga 100.000, por lo que el Taxista paranoico fue mas que un ahorro.

Llego a Santa Marta, ciudad caribeña en el noroeste y bajo recomendacion, me tomo otra buseta que me lleva a Padanga. Una bahia paradisiaca, alejada de la ruidosa ciudad y ocupada por pocos viajeros que caen ahi. A simple vista, tiene el tipico condimento playero. El grupo de israelies que juegan a la Playstation, escuchan musica electronica y consumen todo lo que la patria Colombiana tiene para ofrecer.

Vuelvo a la ciudad para conseguir cambio, aqui estoy y no pienso regresar en un tiempo. Por lo que escribo esto y me despido hasta regresar nuevamente a tierras paganas.

Saturday, February 12, 2005

Vuelta en Baires

Final de otro viaje feliz.
Gracias a mi mami y a mi papi que fueron los unicos que visitaron esta pagina durante mi viaje.
Gracias a Bolivia por ser mejor el pais del mundo y tener que aguantar la desgracia de la historia.
Gracias a David Castro, cumbiero boliviano, por musicalizarme el carnaval.
Gracias al chofer borracho de uyuni que nunca vino a buscarme para irme de tour.
Gracias a las cholitas que usaban medio asiento del mio en viajes de diez horas.
Gracias al staff del hostel de Salta con el staff menos preparado de la industria turistica.
Gracias a las chicas que conoci en Oruro por soportarme en el carnaval e invitarme a bailar el proximo año.
Gracias a la morenada.
Gracias a la paceña.
Gracias a los muchachos de El Alto por no hacer un bloqueo durante mi viaje.
Gracias a los bolivianos que me confundieron por chileno.
Gracias a los bolivianos que me confundieron con gringo.
Gracias a los bolivianos que me confundieron con argentino.
Gracias a los creadores del silpancho.
Gracias a los creadores del salchinpapas.
Gracias a la veloz del norte.
Luna Luna amiga. Dile que la quiero que me muero por su amor.
Luna dile que yo la espero. Cada nochecito junto al rio la espero.
Quiero pedirle perdon por esa traicion....
Gracias David castro, lo dije no?
Gracias al que me puso un bombazo de agua en la nuca el Carnaval de potosi.
Gracias al que me puso un bombazo en la costilla en Oruro.
Gracias al perro que me corrio 50 metros. Perdon por el botellazo de coca.
Gracias Bolivia.
Gracias.

Wednesday, February 09, 2005

Jardìn de Nubes

Uyuni. La ciudad carece de importancia, es chata y aburrida. Pero está repleta de hospedajes, cybercafes y cafés. Es la base de una de las atracciones mas importantes de Bolivia. Los salares.

El día que llego, contrato un tour de 4 dias y dedico el dia a relajarme del carnaval de los dias anteriores. A la mañana siguiente voy a la agencia para emprender el viaje y la mujer me dice `come with me`. Por alguna razón, durante todo el viaje me trataron de gringo que hablaba muy bien español.

La mujer me sonrie y me dice: ´Hoy no te puedes ir, el chofer está borracho´. La tranquilidad zen de la quebrada se me fue por el demonio. No menos de diez excusas me dio para que me quede tranquilo y me ofrecia hacer el mismo viaje, al mismo precio, con un dia menos.

Un grupo de Argentinos que se iba en un viaje de un dia, me ofrecio irme con ellos. Alabados sean los argentos.

En un Jeep, vamos ocho. Apretados como sardinas, pero yo ya estaba tranquilo.

El salar, en esta epoca del año está cubierta por una pequeña capa de agua lo que hace un efecto de estar caminando sobre el cielo. En el trayecto una parada en un Hotel de Sal. Con costo pernoctable de 30 dólares. En el viaje socorremos a otros Jeeps averiados transportando europeos que no comprenden nada.

A las 7 de la tarde, presencio un atardecer increible, doble, de colores que nunca antes había visto.

A la noche, tren a Villazon. Conozco a una pareja de Israelies y me voy a Salta con ellos.

Salta. Bajo del micro y el hombre que me alcanza el equipaje me grita `Loco, dame una propina!´. Bienvenido a Argentina. Me acerco a la ventanilla de La Veloz del Norte y el vendedor me trata como el peor cliente del mes. Bienvenido a Argentina.

Salta de noche. Salta la linda. Se merece el slogan.

Monday, February 07, 2005

La diablada

OK, esta es buena.
Pasé dos dias en La Paz y me fue a Oruro.
5 de Febrero, me levanté a las cinco de la mañana y me tome un micro a la ciudad de que todo Bolivia está hablando. Llego y la ciudad está copada de gente. Los avisos de falta de hospedaje parecen ser real. Bajo del micro y me pongo a buscar lugar, sin sentido. Le pregunto a un almacenero si puedo dejar mi mochila con su familia y me acepta. La esposa me quiere proteger y me pide que no tome alcohol.

Camino por las calles atestadas de gente tratando de buscar alojamiento y es imposible. Alguna gente me ofrece una pieza de 2x2 por diez dolares. Paso al lado de las gradas, la gente está saltando y gritando mientras se escucha a través de la pared humana las comparsas que tocan las canciones de siempre. Un asientito en las gradas salen quince dólares. Por un momento siento que no voy a poder ver nada, terminar solo. Es como estar en el carnaval de Rio y verlo por tele.

Pero la energia que se siente me hace pensar ´no voy perder todo el dia buscando hospedaje´. Asi que me olvido de dormir. Me colo por una grada y dos mujeres me dejan un lugar. Miles de personas en las gradas gritando y tirando agua, espuma y globos por lo que espero que sea cerveza y no orín. Por las calles desfilan las bandas tocando canciones carnavaleras que ya me las se todas y siguiendolos, hombres y mujeres haciendo pasos de baile increibles con trajes aún mas increíbles.

Al lado mio hay un Danés que quiere ahogarse en agua por lo que le grita en pobre español que si son machos que le tiren agua. Compro obligdo, un poncho protector. Pero el agua me pasa. Me bajo y encaro a un policia y le digo: "Soy fotografo de la prensa argentina, me quedo ahi ahi ahi". El tipo se pone a buscar mi credencial, se pone nervioso y me deja pasar. Termino al lado de los reportes gráficos en el medio del desfile. Luego de hora y media de foto guachín, se me viene un guarda de seguridad y me pide credencial. Fin del cuento.

Voy por la plaza, y se ven los primeros borrachos inconcientes en posicines fisicamente imposibles para dormir.

Me meto por otro sector y un grupo de Cochabamba, me invita a subir con ellos. Estaba en la cima de las gradas sin seguridad atrás, tratando de bailar, mientras pasaban cervezas y globos de agua que apuntaban a mi cara.

Mientras pasaban las bandas la gente saltaba, gritaba, bailaba, pero cada rato la atención se ponia a las gradas de enfrente de las cuales venian las bombas de agua y a las cuales iban nuestros proyectiles.

Una sueca me invita a bailar abajo, por lo que vamos y saltamos las vayas y nos ponemos a bailar con lsa bandas mientras nos perseguian los policías tapados de gente. Ahí conozco a Gina, Dani y Sara, tres preciosuras paceñas que habian desfilado antes y me enseñan los pasos de baile de los cuales soy orgulloso poseedor actualmente. El lugar tenia una energia increible.

Me creen si les digo que me puse a gritar VIVA BOLIVIA a las gradas y la gente respondia? Después, bromista el tio, grité VIVA CHILE. Por supuesto que la respuesta fue otra.

Bailamos hasta las 12 de la noche, dormi quince minutos y nos fuimos a Sounder, un boliche del que pasaban desde musica electrónica hasta folclore boliviano. Me tienen que ver bailar folclore boliviano.

A las seis de la mañana nos fuimos a El Alba. Frente a la iglesia de Oruro, todas las bandas tocando en algo asi como un estadio mientras toda la gente que quedaba, mucha, bailaba y seguia tomando.

Seguimos así hasta las seis de la tarde cuando me tuve que despedir para tomar mi tren a Uyuni.

Con lágrimas en los ojos camino por la calle, todavía sin creer el momento vivido.

Estoy en Uyuni.


eXTReMe Tracker