Viaje x Colombia

Sunday, January 23, 2005

La bajada del minero

Mientras estaba en el micro que me llevaba de Villazon a Potosi, pensaba si habia sido una mala idea este viaje. Pero luego me di cuenta que hace mas de 30 horas estaba arriba de un micro. Los viajes no fueron malos, y las cholitas que me tocaban de compañeras de viaje eran simpaticas. El micro apestaba a olor a chicha, pero luego de unos minutos los sentidos ya estaban acostumbrados.

Mientras miraba por la ventana del micro daba razon a las guias de viaje que describen a Bolivia como la Tibet de las Americas. Ciudades perdidas en medio de montañas, casas con familias enteras viviendo aisladas de cualquier cosa y montes que se levantan alrededor de las precarias rutas de tierra, que anuncian el acercamiento de un nuevo vehiculo cuando terribles nubes de polvo se divisan a la distancia.

Los bolivianos tienen la maravillosa costumbre de viajar, y con sus hijos, sus 5 hijos. Por lo que el micro era una especie de Kindergarten multicolor. Pero los niños no pagan asiento, por lo que estan todos arribas de sus padres que tratan de pasar el tiempo con algo para tomar.

Finalmente llegué a Potosi. Según dicen la ciudad mas alta del mundo a unos 4000 msnm. Orgullosos y maldicientes de su historia, los potoseños hablan con pasion sobre su historia. Como es la dura del minero, como les ha traido riqueza y pobreza y como todo lo que ha salido de las minas se ha ido a Europa, America y Asia.

Son visperas de carnaval, y los Bolivianos no dejan la oportunidad para festejar. A 4000 metros hace frio. A las 3 de la tarde uno puede estar en remera, pero el resto del dia un abrigo no viene mal. Aun asi, los Bolivianos no dejan pasar la tradicion de mojar. Por lo que es imposible salir a la calle sin recibir un bombazo de agua que sale de cualquier lado y que fue apuntado a la cara. Ya he recibido varios knockouts y no pude devolver el insulto.

Me hospede en un hostul donde conoci una banda de gente y pegué buena relacion con el encargado. Celso, Un bolivano que trabajo en las minas desde los 11 años, dejó el trabajo luego de 10 años y buscó suerte en Buenos Aires. Finalmente encontró un trabajo que le gusta en el hostel y suspira con las australianas que entran por la puerta.

El Sabado fue la Bajada del Minero. Los mineros salen de las minas, y preparandose para el carnaval desfilan disfrazados y tomando mientras explota dinamita a los costados de la calle. Con la gente del hotel nos fuimos a los festejos, la increible cantidad de gente hizo que los pierda a todos por lo que me dedique a sacar mi camara y perseguir gente. Cubri mi camara con una bolsa de Nylon, pero no me fue posible que quede intacta. Mientras los mineros desfilaban tomandose lo que podian, la gente al rededor se reventaba a Bombazos, espumasos, piedrasos y lo que habia. No puedo dejar de marcar que lo que se siente es un hambiente hostil. Una mira con el costado del ojo mientras una bomba viene ganando velocidad desde los cielos y le cae a uno, o a un bebe al lado o una señora embarazada... en la cara. O los chicos con la bomba en la mano, le ponen un manotazo a las chicas con pollera, en la cola. Pero todos se mueren de risa. La gente que esta al lado se muere de risa cuando una bomba me pega de lleno en la oreja y pego un terrible insulto al universo.

Para peor, se larga una lluvia y la lluvia se transforma en granizo. Me trato de cubrir en los paraguas de la gente, en lo que sea, y termino bajando con una caja de cervezas en la cabeza mientras escucho el ruido de las piedras retumbar en mi casco protector.

Mojado, vuelvo al hostel. Y me encuentro con la gente y me dice: "no te mojaste!". No se de que estan hablando. A la noche, nos vamos con un brasilero, una alemana, una tucumana, dos bolivianos y un italiano a una fiesta organizada por los mineros. Llegamos, el olor a orin nos recibe, mientras al pasar la puerta descubro una banda de borrachos bailando. Todos, mineros, pibes, cholas con sus hijos colgando y una banda que toca cumbia en un escenario. Apenas entramos todos se nos tiran encima, ofreciendonos cualquier cosa liquida, que creo que era alcohol puro con agua. Cambiamos de lugar y la historia se repite. Pero mas gente, y los muchachos se arman a las piñas. Debo decir que me estaba divirtiendo, pero tuvimos que sacar a las mujeres como guardaespaldas. Terminamos en un bar, que en Buenos Aires seria algo muy parecido a un prostibulo. Luz totalmente verde, cuadros de mujeres desnudas en las paredes y la musica que no se diferenciaba tema con tema. Luego de un par de cervezas, salimos y mis ojos acostumbrados al verde, hacen que la calle se vea totalmente rosa por 10 minutos. A pedido de Celso, vamos a otro bar donde se reunen los mineros... y bueno la historia se repite!

Me voy a Sucre.

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